Hoy, 19 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, fecha que tiene como objetivo sensibilizar a la sociedad sobre los obstáculos y las dificultades que existen en el ecosistema actual para todas las mujeres emprendedoras.
La iniciativa de conmemorar este día (y que posteriormente fue reconocida por la ONU) fue creada en 2014 por la empresaria norteamericana Wendy Diamond, una de las autoras más vendidas en Estados Unidos y personalidad destacada de la televisión.
Y es que, a pesar de que a través de la historia, las mujeres han estado al frente de negocios, gobiernos o instituciones, siendo líderes en distintas áreas, es hasta ahora que su presencia es mucho más visible y que se está luchando para que muchas más mujeres tengan la oportunidad de iniciar sus negocios y lograr que estos prosperen.
Mayra Jiménez es la mujer emprendedora que inició con el proyecto de Chiquearte en 2020, año de la pandemia. Como muchas otras mujeres, ella ya tenía la idea de emprender en sus planes; sin embargo, tuvo que pasar un periodo de reflexión para que decidiera formar la marca que ahora ya es una realidad.
Esto sucedió porque Mayra buscaba crear un proyecto que tuviera un impacto real en la sociedad y que este no solo beneficiara a un sector de la población. Tras meditarlo por un buen tiempo, decidió fundar Chiquearte, el cual también respondía a su pasión por conocer México y las distintas culturas, formas de pensar y tradiciones que lo componen.
La marca tiene como principal objetivo la dignificación del trabajo artesanal y la valoración de la calidad de las artesanías mexicanas por parte del consumidor. Por eso, no solo se dedica exclusivamente a la comercialización, sino también a la difusión de información sobre las técnicas artesanales, la historia de los artesanos y la cultura que los rodea, pues muchos de ellos pertenecen a comunidades indígenas, que tienen una forma muy distinta de ver y apreciar la vida.
“El motivo que me mueve es poder ayudar a los artesanos y que, tanto mexicanos como extranjeros, reconozcan sus productos, el esfuerzo que conllevan y las historias que cada artesanía nos cuenta. Una vez que logremos comprender que cada pieza lleva consigo una parte del corazón de su creador, podremos valorar y engrandecer su magnífico trabajo”, menciona la emprendedora.
Por supuesto, dentro de las acciones que ha implementado está el trato directo con los artesanos y el pago por sus artesanías de manera justa.
“Fue difícil porque Chiquearte inicia en el año de la pandemia y desplazarse por el país en ese tiempo resultó muy complicado. También el dar con los artesanos ha sido complicado porque le compramos directamente al artesano, no hay intermediarios, entonces ha sido muy difícil dar con ellos”.
Pero Chiquearte no se termina ahí, porque el impacto que Mayra buscaba lograr debía llegar a muchas más personas. Por esa razón, parte de las ganancias generadas por la venta de las artesanías se destina a alguna causa social o medioambiental. Ahora, las donaciones que la marca realiza se hacen al Hospital General Universitario “Dr. Joaquín del Valle Sánchez”, que tiene un programa de apoyo para personas de bajos recursos que requieren de cirugía plexo braquial.
“Le compramos directo al artesano y a un precio justo. Además, una parte de la ganancia que obtenemos con la venta va para otros grupos vulnerables o asociaciones, así que las personas compran una artesanía que tiene un impacto social en diferentes ámbitos”, finaliza Mayra.
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