Cuando llegamos a una gran ciudad, uno de los aspectos que más nos deslumbra es su arquitectura, de entre la cual destacan los impresionantes rascacielos, esos gigantes de acero que, en muchas ocasiones, parecen tocar el cielo. Nos sentimos diminutos al estar rodeados por estas obras de la ingeniería, pero es un sentimiento totalmente distinto al que experimentamos cuando contemplamos y estamos inmersos en aquellas creaciones de la Madre Tierra: esas cadenas montañosas que se yerguen imponentes y que han permanecido por cientos, miles o millones de años.
Nos podemos sentir invadidos por un sentimiento de grandeza, pero a la vez podemos sentirnos un tanto desprotegidos, ya que nos damos cuenta que frente a la naturaleza (sin nuestras máquinas y nuestra tecnología) somos diminutos, somos uno más en este fugaz camino, en el que lo más seguro es que cuando nosotros muramos, aquella montaña permanezca.
Uno de esos paisajes que nos deja sin palabras y que conforman a nuestro país es la Sierra Madre Occidental, cadena montañosa que abarca todo el oeste mexicano y el extremo suroccidental de los EUA. En sus 1500 km de largo recorre Arizona, parte de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes y Jalisco, sitio donde se une al Eje Volcánico Transversal de México.
Este espacio es el que habita la comunidad indígena wixárika o huichol; en particular, la región montañosa comprendida entre los estados de Jalisco, Nayarit y Zacatecas. Son una comunidad muy cercana a la naturaleza y que lucha para que haya un equilibrio entre el ser humano y el medio natural.
Aquí existen 11 áreas naturales protegidas, las cuales albergan una gran variedad de flora y fauna. La Sierra Madre Occidental es el pulmón de la zona norte de México; está cubierta por grandes bosques mixtos de pino, encino, encinas y oyamel. Entre la fauna que se puede encontrar están: aves (búhos, águilas reales, halcones…), mamíferos (ardillas, jabalíes, armadillos, coyotes…), reptiles, anfibios y peces.
Si bien este no es un sitio para ir de compras, sí encontrarás lugares hermosos en los que valdrá la pena tomarse alguna fotografía. En algunas zonas, y con un guía que conozca el terreno, puede practicarse senderismo, aunque también existen algunos tours en vehículos motorizados, que tienen como fin que disfrutes del paisaje y avistes a algún inquilino de este ecosistema.
Si bien, parte de esta zona se encuentra en peligro por la sobrexplotación y urbanización, la comunidad wixárika la mantiene como su hogar, el cual solamente abandonan en tiempos de sequía para dirigirse a Wirikuta, uno de los territorios más sagrados de su cosmogonía, ya que según sus creencias la creación del mundo ocurrió en dicho sitio. Actualmente, esta zona se encuentra en el estado de San Luis Potosí.
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