Animales marinos y del desierto, principalmente, son retratados por los seris (konkaak o comca’ac) en sus artesanías, piezas que son hechas con palo fierro, que es considerada una de las maderas más duras que existen.
El árbol del cual se obtiene esta madera, llamado también palo fierro, se distribuye por el norte de México (Sonora, Sinaloa y Baja California) y el sur de EUA (California y Arizona). En la actualidad, es una especie protegida debido a que sufrió sobrexplotación- hubo una época en la que se utilizaba como leña-, así que quienes se dedican a crear artesanías con él deben tener un permiso otorgado por el Gobierno para obtener la madera.
Cabe mencionar que los artesanos seris cortan el palo fierro cuando el árbol está seco o cuando le ha caído un rayo y ha muerto. Esto lo hacen no solo por las restricciones gubernamentales, sino también por respeto al árbol (gracias a él sustentan a sus familias) y por que es mucho más fácil trabajar la madera cuando está seca (si está fresca, con el calor se raja o se parte).
El recorrido del palo fierro
Bajo el intenso sol del norte de México, los seris salen a caminar al monte y cerca de los arroyos para buscar el palo fierro, el cual cada vez es más difícil de conseguir.
Tras horas de caminata, lo hallan y cortan con un hacha (solamente la madera que utilizarán). Se la llevan a su lugar de trabajo y usan cuchillos o machetes cortos para darle forma. Después, con una escofina, perfilan la madera y la liman para dejarla aún más fina. Por último, lijan la artesanía para darle brillo.
El tallado de las figuras requiere de un gran esfuerzo por parte de los artesanos debido a la dureza del palo fierro y a que su trabajo es completamente manual, solamente ayudado por herramientas muy rudimentarias. Dependiendo del tamaño de la pieza, pueden tardar de 1 a 3 días en terminarla.
Según la forma del pedazo de madera que han cortado, el artesano va imaginando el animal que puede representar: tiburones, pescados de distintos tipos, víboras, correcaminos, coyotes, mantarrayas, tortugas, ballenas, borregos cimarrones, ranas, focas… Y la lista no termina ahí.
Los seris contra el mundo
Las artesanías de los seris se han visto desplazadas por aquellas que realizan pobladores de la zona que no son parte de su comunidad. Ellos las elaboran con herramientas mucho más sofisticadas: motosierras, motores con esmeril, lijas, mantas para pulir y tintas artificiales, lo cual hace que el proceso de elaboración sea más fácil y provoca que se tengan un mayor número de piezas en poco tiempo. Contra dicha situación, los indígenas norteños no pueden competir.
Además de esto, los seris ya comienzan a buscar otros materiales con los cuales trabajar debido a la dificultad de encontrar el palo fierro (hay artesanos muy longevos que ya no pueden hacer los largos recorridos por el cerro). Muchos, siguiendo el mismo proceso de tallado, han elegido la piedra para seguir creando. Aun así, lo que más venden son las piezas de palo fierro.
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